Estamos en una época en la que, por suerte, el Ser Humano avanza a un ritmo frenético en cuanto a tecnología se refiere. El desarrollo de la tecnología está presente en mi vida diaria, ya soy ingeniero, y trabajo como diseñador de productos electrónicos, y por tanto, estoy en contacto diariamente con aparatos electrónicos de todo tipo.
Este es un trabajo que me encanta, ya que me permite moverme por la ciudad, mi espacio favorito, porque tiene todo el ocio, cultura, emociones y comodidades que puedas imaginar. La comodidad de la ciudad hace que no quiera salir de ella, a no ser que sea para conocer otra ciudad, es decir, viajar me encanta siempre que sea a otro núcleo urbano.
Por eso, cuando mi jefe nos dijo que, debido a nuestra productividad nos había regalado un viaje de fin de semana a una casa rural, donde haríamos deportes de aventura, me asusté. El motivo de mi miedo era que no me gusta el campo, y la palabra deportes de aventura y campo van unidas. No veo posible saltar en tirolina en la ciudad ya que rápidamente chocarías con un edificio o una farola.
A pesar de mi miedo no dudé en ir a este viaje de multiaventura, y para mi asombro debo decir que me encantó, e incluso como contaré después, repetí con mi familia.
¿Qué hicimos?
El primer día empezamos con una partida de Paintbal, si nada mejor para descargar el estrés que disparar bolas de pintura a tus jefes y compañeros. La verdad es que nunca había jugado al paintball, pero he de decir que es muy divertido incluso teniendo en cuenta los moratones. Yo pensaba que sería algo sucio y doloroso, pero la verdad es que Ocio Aventura lo tiene muy bien pensando, y nos proporcionó monos, chalecos, protector de cuello, el casco y la pistola de bolas. Jugando coincidimos con un grupo de chicos que celebraban una despedida de soltero y había contratado un fin de semana similar al nuestro.
A la hora de dormir nos alojamos en un cortijo, ofrecido también por Ocio Aventura. El cortijo estaba genial, tenía piscina, barbacoa, pérgola y una gran cocina. Cabe decir que la casa tenía muchas camas, y era muy amplia. Me sorprendió la amplitud del comedor.
Al siguiente día tuvimos una actividad muy interesante, iniciación de carreras de orientación. Esta actividad se basa en saber tu ubicación inicial en un mapa, para después ir a través del campo por un camino marcado en el mapa, recogiendo balizas, para acabar en la meta, aquí os dejo más información. El que más rápido se oriente y consiga llegar a la meta gana, simple pero divertido. He de decir que es una actividad grupal fantástica y divertida.
Al acabar el fin de semana volví a casa con la sensación de habérmelo pasado en grande en las actividades, y eso que eran en el campo. Le propuse a mi familia contratar un pack personalizado, dado que Ocio y Aventura te permite elegir entre una gran cantidad de actividades. Para nuestro viaje familiar elegimos unos tranquilos paseos a caballo, el excitante paintball y la clásica tirolina.
Os recomiendo a todos que paséis por Málaga para visitar Ocio Aventura, donde os atenderán estupendamente, y gracias a ellos viviréis unas aventuras que recordaréis durante mucho tiempo.