Ni hablar del peluquín.

El otro día vi un capítulo de la famosa serie Los Simpson, en el que una peluca asesina hace que quien se la pusiera en la cabeza se volviera malo y matara a las personas de su alrededor. Esto me recordó a cuando compré una para mí en esta tienda de pelucas de Madrid, para ir guapa a una boda que tenía. ¿ qué por qué me compré una peluca, en lugar de ir a la peluquería?, porque de hecho fui dos días antes de la boda a hacerme unas mechas y unos reflejos que quería para el gran día. Sin darnos cuenta ni las peluqueras ni yo, me subió mucho el color y se me quemó el pelo. Hasta el punto de que se me quedó blanquecino por las partes donde me había echado el tinte. Seguro que a más de una le ha pasado esto, porque no se puede controlar a veces porque depende del tipo de pelo que tengamos. Ya no me quería seguir echando tintes, porque al final iba a aparecer en la boda a lo Cruela Devil ( la mujer mala de la película de los Ciento un dálmatas).

Al final opté, recomendada por una muy querida amiga, por ir a Madrid a la tienda y ellos me solucionaron el problema. Elegí la que más me gustó, de acuerdo a mi color de pelo, e incluso con un toque parecido a como quería que quedase mi pelo con las mechas y los reflejos. Quedaba tan natural que me encantó. Lo de las pelucas es un tema que no mucha gente sabe, pero es que se llevan mucho. Y ya no hablo solo para fiestas de disfraces, fechas señaladas en las que nos disfrazamos y nos ponemos una peluca para que nos quede mejor. Ya hablo del día a día, de que muchas personas usan peluca, por diferentes motivos, y quedan tan naturales, que no nos damos cuenta de ello.

Sin ir más lejos os voy a contar una curiosidad que a lo mejor muchos de vosotros no sabíais. En la religión judía, las mujeres ultra ortodoxas ( no todas, recordemos que hay varios tipos dentro de esta misma religión), se rapan totalmente el pelo ( algunos dicen incluso que las más cerradas se lo llegan a arrancar), y en realidad lo que usan son pelucas.

He estado viviendo varios meses en un barrio judío, y he podido ver a estas mujeres día tras día en el parque, en la calle, en los supermercados… y nunca noté que este pelo no fuera suyo. Después me aseguraron que efectivamente, eran pelucas, y os puedo asegurar que es que ni si quiera lo sabía y hasta que una de ellas no me lo dijo, no me lo creí.

Ahora también está moda comprarse pelucas del mismo tipo de peinado que llevan algunas famosas, las venden tal cual, al estilo que llevo por ejemplo Jennifer López en la entrega de los premios… los que fueran. Otra cosa que se ve por las calles, y más en Japón, son personas que llevan pelucas imitando a dibujos animados ( y más allí que se lleva el manga), y podemos encontrar pelucas de todos los tamaños, estilos y colores distintos para acercarnos más a la fantasía de parecernos a ese personaje de dibujos animados que tanto gusta.

Las pelucas es algo por lo que no tenemos que avergonzarnos de llevar. Si nos van a hacer sentir mejor con nosotros mismos, da igual el motivo por el que las llevemos. Hay personas que debido a que pierden el pelo ( ya sea por enfermedad, o porque se lo rapen) el tema de llevar pelucas ayuda a su autoestima, a sentirse mejor con ellos mismos, y esto, es algo fundamental. Y más cuando pueden hacernos pelucas de pelo natural, ya no sólo las artificiales, con lo que queda más natural y bonito. Podemos elegir el color, tamaño, la forma… Tenemos un sin fin de tipos de peluca para elegir, así que sin duda, es una gran ayuda que tenemos hoy en día.

Os dejo un enlace curioso de la revista muy interesante, para que veáis lo que se puede hacer con agua, y una buena cámara de fotos.

 

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