Hoy vengo con un tono algo molesto porque acabo de tener una discusión subidita con mi cuñada que me ha hecho tener más ganas de escribir al respeto. España es uno de los pocos países que tiene una Sanidad Pública que, en teoría cubre todo lo necesario a nuestros conciudadanos para que tengan acceso gratuito a ella. Estoy realmente orgullosa, y me encanta, ¿pero significa eso que es algo malo tener aparte un seguro médico privado o acudir a una clínica privada para ciertos temas? Yo no lo creo, de hecho, acudo regularmente al Centro Médico BenViure porque me encanta su trato y no creo que sea un delito, de hecho, os lo recomiendo a todos.
Según mi cuñada, teniendo como tenemos acceso gratuito a la Sanidad, nadie debería acudir a centros privados porque haciéndolo estamos favoreciendo que los médicos con doble empleo se enriquezcan a costa del ciudadano y al final hayan personas que, con dinero, consiguen lo que otras no pueden obtener en la Sanidad pública. Y digo yo… ¿no es así con todo?
Desgraciadamente el mundo en el que vivimos funciona así. Da igual lo populista que seas, o comunista o como quieras llamarlo, el caso es que si tienes dinero tendrás mejor cobertura legal, mejor cobertura en sanidad y mejor cobertura a nivel de educación para tus hijos porque, seamos sinceros, los colegios privados ofrecen más servicios que los públicos (no voy a decir mejores, sólo mayores), así que ¿por qué no puede una familia adinerada pagar una mejor educación para sus hijos si puede permitírselo?
Sería ideal que todos tuvieran acceso pero ¡Despertad! Ese ideal no existe y yo acudo a Benviure porque me da la gana, porque puedo pagarlo, porque me gusta el trato y la inmediatez que ofrece y porque siempre me he sentido bien atendida, cosa que en la seguridad social no ocurre siempre.
Lo último es que un médico asegura que se realizan más pruebas médicas a mujeres que no lo necesitan que a las que más lo necesitan, y digo yo… si un experto de la medicina manda una prueba a un paciente ¿no será porque la necesita? Porque yo dudo mucho que haya doctores que mandes pruebas sorteándolas como si se tratara de una rifa en la Feria de Navidad.
Y es que ahora hay que estar muy atento con el médico de familia que te toca en el centro de salud o con el doctor que te atienda en las urgencias hospitalarias porque como el Gobierno incentiva a los profesionales funcionarios que ahorran en pruebas pues cabe la posibilidad de que “ahorren demasiado” y pasen algo por alto en un diagnóstico.
No quiero decir con esto que todos los médicos de la seguridad social hagan esto, ni mucho menos. Los hay buenos, buenísimos, profesionales y magníficos expertos en su campo pero, por desgracia, también abunda lo malo.
Mi experiencia
Cuando era niña, yo misma, no una conocida ni una vecina, entré de urgencias en el hospital por apendicitis, casi peritonitis, y me operaron esa misma noche. Estuve ingresada una semana en el hospital y luego me dieron el alta pero al día siguiente, tras no poder levantarme de la cama del dolor que tenía y tras un aumento en la temperatura corporal (llegué a los 39 grados) tuve que ser ingresada de nuevo en Urgencias del Hospital General de Alicante donde estuve una semana más, total 15 días ¿Y sabéis por qué? Porque mi médico, el que me operó, decidió ahorrar conmigo y no me puso ni el mínimo de bolsas en suero de antibióticos que suele ser recomendable en estos casos y se me infectó por dentro la herida, lo que me creó una bolsa de pus importante que, gracias a todos los cielos, explotó hacia fuera y no hacia dentro.
Ahora que venga alguien a decirme que acudir a un centro médico privado es algo malo que verás qué les contesto yo.