Las perlas: “lágrimas de los dioses” y reinas atemporales de la joyería

¿Te fascinan las perlas? A nosotros también. La historia del lujo está ligada a las perlas, al menos hasta el siglo XX. De origen exclusivo, las perlas han dado lugar a joyas únicas. 

¿Sabías que Cleopatra disolvió una perla en vinagre y se la bebió? Así fue según Plinio y para la estupefacción de Marco Antonio. O, ¿sabías que las perlas eran las joyas favoritas de Coco Chanel, que poseía auténticas perlas de los Romanov? 

Las conchas son las joyas más antiguas de la historia. Con ellas, se adornaban cuello y muñecas hace, nada más y nada menos, que cien mil años. En el 5300 a.C. tuvieron la brillante idea de usar como adorno las esferas blancas que había ocultas en algunos moluscos. Pero la pasión por las perlas nació en el seno de las civilizaciones asiáticas, ya que en sus mares abundaban estas maravillas de nácar. El primer pueblo occidental en enamorarse de las perlas fue el romano. Todo comenzó cuando Pompeyo celebró sus victorias en Asia Menor con un retrato confeccionado con perlas, nos explican en Arte Joya, tienda online de Artesanía española, que te ofrece una amplia y cuidada selección de anillos con perlas y joyas de alto nivel de las mejores marcas españolas a un precio muy competitivo, con envíos a España y Portugal gratuitos.

Un repaso de la historia a través de las perlas

A continuación, vamos a hacer un repaso de la historia a través de la perla. ¡No te lo pierdas!

¿Sabías que Cleopatra disolvió una perla en una copa de vinagre y se la bebió?

Así lo afirma Plinio, y es que, Cleopatra disolvió una perla en vinagre y se la bebió ante la estupefacción de Marco Antonio. Durante muchos años se pensó que ese cóctel era una leyenda, pero un equipo de científicos comprobó que la solución es posible si se trata el nácar anteriormente. Son muchos los historiadores que mediante su pluma han dejado constancia de la adicción que el nácar despertó entre las mujeres desde ese hecho. 

Las perlas como exclusividad de emperadores

Bizancio siguió con la historia de pasión por las perlas que sentían los romanos. Pero el emperador Justiniano hizo un decreto por el cual solo podían lucirlas él y su esposa Teodora. De hecho, en los famosos mosaicos de Rávena aparecen sepultados en el nácar. 

Las perlas como símbolo de la pureza de la Virgen 

En la Edad Media, la perla se convirtió en un elemento muy importante de la imaginería cristiana. Sobre todo, era el símbolo de la pureza de la Virgen. Las perlas se utilizaron en esta época para decorar devocionarios, cálices y objetos de culto. También decoraban coronas y ropajes variados. Para que te hagas una idea, el orbe y la corona de los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico están adornados, casi en su totalidad, por perlas, además de otras piedras preciosas. 

Símbolo de estatus de la burguesía a partir del siglo XIII

A partir del siglo XIII, debido al auge que tuvieron las ciudades, el amor por las perlas dejó de ser exclusivo de aristócratas y altos cargos eclesiásticos. A partir de esa fecha, esta pasión se extendió a la burguesía. La perla era un símbolo de estatus. Además, comenzaron a lucir engarzadas en la ropa. ¿Sabías que fue tal la obsesión por las perlas que los que no podían pagarlas las compraban falsas? Hasta el mismísimo Leonardo Da Vinci dejó escrita una fórmula para manufacturarlas. 

“Beber su polvo fortalecía el corazón” ¿Tenían propiedades curativas?

Respecto a estas joyas, no solo había una cuestión de vanidad. Por ejemplo, las novias lucían en su boda perlas como símbolo de su pureza. También eran muchos los que les atribuían propiedades curativas. En España, se pensaba que si bebías su polvo se te fortalecía el corazón. 

El siglo XVl en España fue la época de las perlas gigantescas con nombre propio: “la Peregrina”

El descubrimiento de América supuso para España el descubrimiento de nuevos fondos marinos, que eran ricos en perlas. Y es que, el siglo XVI supuso el comienzo de una edad de oro, o, mejor dicho, de una edad de nácar. Fue una época de perlas enormes que tenían nombre propio. Por ejemplo, la Peregrina y la Grande fueron perlas que pertenecieron a las joyas de la corona española. ¿Sabías que la Peregrina fue propiedad de Elizabeth Taylor siglos después? 

En el retrato de Felipe III de Velázquez, colección del Museo del Prado, el rey lleva sujeta en el sombrero la perla Peregrina.

Las perlas como instrumento político

Para la reina Isabel I de Inglaterra, estas joyas supusieron un instrumento político. Eran el símbolo de su condición de reina virgen. Tenía una cuerda con 600 perlas engarzadas. Sí, has leído bien, nada más y nada menos que 600 perlas. También las llevaba cosidas en vestidos a la cintura, para realzar su castidad. 

Pero debes saber que no solo las utilizaban las mujeres, también los hombres sentían pasión por ellas. Un ejemplo es la increíble perla que llevaba en la oreja Carlos I de Inglaterra cuando lo ejecutaron. 

La única joya que el decoro permitía usar a las viudas. “Las lágrimas de los dioses”

La perla era la única joya que durante siglos el decoro permitía lucir a las viudas y a los asistentes a un funeral. ¿Por qué? Porque se rescató de la mitología griega la idea de que estas joyas eran “las lágrimas de los dioses”. 

Durante los siglos XVI y XVII, también las lucían las mujeres embarazadas debido a que la perla se consideraba un amuleto de fertilidad. 

En el siglo XVIII los diamantes se convirtieron en las joyas favoritas de las reinas

Hasta el siglo XVIII, los únicos diamantes que llegaban a Europa provenían de la India y eran escasos, pero a partir de esta fecha se descubrieron las minas de Brasil y, en el siguiente siglo, las de Sudáfrica. Esto supuso un duro golpe para la perla porque los diamantes pasaron a ser las joyas favoritas de las reinas. De todos modos, el nácar no desapareció de los joyeros y ajustados collares de perlas adornaban los escotes tan generosos que se lucían en los siglos XVIII y XIX. ¿Sabías que fue Eugenia de Montijo quien puso de moda las esferas negras?

A principios del siglo XX se inventó la técnica para producir perlas cultivadas en Japón. Y así fue como el nácar pasó a democratizarse y dejó de ser exclusivo 

Coco Chanel hizo célebres los collares de infinitas vueltas 

La grandísima diseñadora Coco Chanel se declaraba fan número uno de las perlas cultivadas e hizo famosos los míticos collares de infinitas vueltas. Pero Chanel poseía perlas muy valiosas pertenecientes a los Romanov, regalo de su amante, el duque Dmitri Pavlovich. Y hasta aquí este peculiar recorrido a través de la historia mediante las perlas. 

El significado de las perlas el día de la boda

Las perlas han sido y siguen siendo las protagonistas en las historias de amor más grandes de la historia.

Como te hemos contado, Cleopatra disolvió una perla en una copa y se la bebió para impresionar a Marco Antonio. Pero fueron los griegos los primeros que vincularon estas joyas con el matrimonio. Tenían la creencia de que las perlas que lucía la novia favorecía la armonía en la pareja. 

Como has aprendido, estas joyas se consideraban las “lágrimas de los dioses”. Se usaban el día de la boda para evitar que la novia llorase. Y así, las novias pensaron que llevar perlas ayudaba a tener un matrimonio sin lágrimas. También se consideraba que la belleza de estas joyas era el símbolo del amor eterno.

La mayoría de las culturas asocian las perlas con la pureza, como ocurre con el vestido blanco que usan las novias el día de su vida. En occidente, las perlas se relacionan con Venus y el amor. Y en la mitología griega, Afrodita, diosa del amor, nació del mar con perlas alrededor del cuello. 

En la cultura china, se tiene la creencia de que recibir una perla te ofrece protección contra el fuego. 

Preguntas frecuentes sobre las perlas en el día de la boda

A continuación, respondemos las principales preguntas sobre el uso de perlas el día de la boda. 

  • ¿Pueden los invitados a una boda llevar perlas? La respuesta es sí. Te recomendamos que elijas perlas discretas, como un collar o unos pendientes. Como estas joyas simbolizan el amor eterno, son el complemento perfecto para asistir a una boda. 
  • ¿Qué connotaciones positivas tienen para una boda? Mucho antes de la creencia de que representaban mala suerte, una perla simbolizaba el matrimonio feliz. Para muchas culturas, es un símbolo de pureza. Y su vínculo con Venus y Afrodita hace que sea una piedra muy romántica que puede competir, incluso, con los diamantes. 
  • ¿Son apropiadas como regalo de boda? Si eres la madre de la novia, la idea de regalar una perla como joya es una excelente idea. De hecho, las perlas nupciales han sido durante mucho tiempo una tradición. Son la elección perfecta, como regalo, para lucir “algo nuevo” el día de su boda. También puedes optar por darle a tu hija un collar de perlas que sea una reliquia familiar y que lo luzca en la boda “como algo viejo”. 

Esperamos que hayas aprendido “algo nuevo” sobre estas joyas tan increíbles con este particular repaso a través de la historia y las perlas, “lágrimas de los dioses” y reinas atemporales de la joyería. 

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