Varios diseñadores de figuras decorativas lanzan al mercado su propia interpretación de “Las Meninas”. Un cuadro que a día de hoy sigue obsesionando a los artistas y despertando su creatividad.
Los encargados de Arte Estilo, una tienda de Madrid de figuras artísticas de porcelana, con 50 años de experiencia en el sector, nos muestran como diseñadores actuales ofrecen, a día de hoy, su versión de este cuadro. Estamos hablando de prestigiosos creadores como la casa Lladró, la diseñadora Gloria Téllez y la ceramista Rosa Luis Elurdi.
El arte ha evolucionado desde que Velázquez pintó este cuadro. En estos más de 350 años han aparecido los expresionistas franceses, las vanguardias, el arte abstracto…; y aun así, las “Meninas” continúan fascinando a los artistas. Pintores y escultores siguen estudiando con detenimiento el cuadro, presentándonos sus conclusiones en obras propias, que reflejan la lectura que hacen del lienzo.
Las “Meninas” gozan de una alta popularidad. Es uno de esos cuadros que todo el mundo conoce. Como la “Gioconda” de Leonardo da Vinci o el “Guernica” de Picasso. Esto contribuye a que se sigan haciendo versiones, puesto que existe un público dispuesto a comprarlas.
Tres siglos y medio después, las “Meninas” siguen de actualidad. Todo apunta a que seguirá estándolo durante varios siglos más. Siempre aparecerán artistas que querrán ofrecer al público su interpretación sobre esta obra maestra.
Desde este artículo, intentaremos resolver el enigma. Descubrir el porqué de esta fascinación. Nos aventuramos a intentar armar el rompecabezas de las “Meninas”.
La historia de las Meninas.
En 1656, Diego Velázquez termina de pintar este gigantesco retrato de 3,15 metros de altura. No es hasta 1696, cuarenta años después, que nadie habla de él. La revista National Geographic señala que en un principio fue un cuadro prohibido. Con todas las cartas para ser destruido u oculto, debido a la osadía de Velázquez de aparecer pintado en el mismo cuadro que la infanta.
La princesa Margarita, hija de Felipe IV y la reina Mariana de Austria, pasa a ser prometida del emperador alemán Leopoldo I de Habsburgo con solo 12 años de edad. Siendo prácticamente una niña, los reyes encargan a Velázquez, el pintor de cámara, que realice un retrato de la infanta rodeada de su corte: sus damas de compañía, sus bufones o compañeros de juego y su perro. Velázquez aprovecha la oportunidad para hacer una composición osada y aparecer en el cuadro como miembro de la corte.
Que Velázquez es un genio no lo duda nadie a día de hoy. Pero lo que motivó al pintor Sevillano a llegar hasta la corte no fue su interés por crecer artísticamente, sino sus deseos de ascenso social. De hecho, Velázquez expresará en varias ocasiones su intención de obtener un título nobiliario, de que el rey le condecore como aristócrata por sus servicios prestados. Velázquez morirá sin haberlo conseguido.
En un ejercicio inusitado de creatividad, el pintor coloca a toda la escena mirando un espejo. Se supone que lo que pinta Velázquez es el reflejo, esto le permite aparecer en el cuadro justo por detrás de las infantas.
No se sabe si esto fue así o se trata de un recurso del artista. Lo que sí se sabe es que cuando el cuadro se expuso frente a la corte, los espectadores vieron más un autorretrato del pintor que un retrato de la infanta Margarita. Algo que enfureció a los reyes.
En el momento en el que se pintan las Meninas, Velázquez ya es un pintor admirado en toda Europa. Pero por mucho que contara con el reconocimiento internacional, un pintor era un artesano y nunca podía estar a la altura de la realeza. Mucho menos de la casa real española, un país, que aunque en franca decadencia, era el mayor imperio del momento.
Los reyes, aunque ofendidos, tampoco podían desprenderse de Velázquez, probablemente el mejor pintor de la época, por lo que optan por mantener oculto el cuadro en una sala poco visitada del palacio.
Los secretos de las Meninas.
Las Meninas es un cuadro complejo. Repleto de detalles y matices. Para algunos estudiosos se trata del retrato completo. Un ejercicio en el que Velázquez volcó todo su oficio de pintor.
Para empezar, las Meninas muestran un manejo perfecto de la perspectiva y de la luz. Presentando en la misma escena diferentes planos. Un lienzo de gran profundidad, que como si fuera un traveling de cine, va haciendo que la vista del espectador se desplace desde el principio hasta el fondo del cuadro.
El orden de los planos no es aleatorio. Está estudiado en función del interés del artista. El primer objeto que se encuentra el espectador cuando observa la obra es la parte trasera del lienzo. Colocado a la izquierda de la composición. Lo que más le interesa a Velázquez es el cuadro en sí. Más todavía que la imagen de la infanta.
En un segundo plano, en el rincón derecho, aparece un grupo formado por el mastín de la princesa, la enana María Barbola y el bufón Nicolasito Pertusato. Por decirlo de alguna manera, era el grupo de frikis con los que se entretenía la corte. Los juguetes de las infantas. Unos personajes que despiertan más interés para el pintor que los hijos de los reyes. De hecho, todos ellos fueron pintados por separado en retratos realizados por Velázquez.
Hay que esperar a un tercer plano para que aparezca la infanta Margarita. Eso sí, ocupa el centro de la composición. A su lado no se encuentran sus hermanas, como alguna gente piensa, sino Agustina Sarmiento e Isabel Velasco, hijas de aristócratas grandes de España, más o menos de la misma edad que la infanta y que conformaban su círculo más cercano.
Inmediatamente, detrás de la infanta aparece la figura de Velázquez como si estuviera pintando el cuadro. Aparece vestido con el traje de caballero de la orden de Santiago. Un uniforme de gala poco apto para trabajar, pero que le da prestigio y notoriedad. Probablemente, no pintara el cuadro vestido de esa manera. Velázquez juega con la luz y a partir de ese cuarto plano, la escena empieza a oscurecerse, presentando su rostro difuminado. Temiendo, tal vez, recibir represalias por su atrevimiento.
El quinto plano, en el lado derecho, lo ocupan dos institutrices y guardadamas de las infantas, también con rango de nobles. El resto de la habitación se va oscureciendo hasta que en la pared del fondo se presenta un espejo pequeño en el que se reflejan los reyes. Una vuelta de tuerca más, un cuadro dentro del cuadro.
La puerta del fondo de la habitación está abierta, con la figura de José Nieto, sirviente de palacio, al otro lado. La apertura de la habitación ofrece al pintor otro punto de luz, pero, sobre todo, da la sensación de que la corte real está abierta. El deseo que en el fondo tenía Velázquez.
Las otras Meninas.
La revista Muy Interesante señala que las Meninas es el cuadro más versionado del Museo del Prado. No solo eso, sino que sus versiones proceden de algunos de los mejores artistas de la historia. Demostrando que Velázquez fue una referencia para pintores y escultores que vinieron después. Estas son algunas de las otras Meninas:
- Las Meninas de Picasso.
En su época cubista, Picasso realiza un estudio concienzudo del cuadro de Velázquez. Tanto es así, que pinta 45 versiones. Unas del cuadro completo y otras de figuras aisladas, sobre todo de la infanta Margarita. Unas versiones en blanco y negro y otras en color. Una parte representativa de estas obras se encuentra expuesta en el Museo Picasso de Barcelona.
- Las Meninas de Dalí.
Salvador Dalí rinde homenaje al cuadro de Velázquez. No es de extrañar, el pintor sevillano fue una de las principales influencias para el maestro catalán del surrealismo. Son varios los cuadros de Velázquez que Dalí versionó desde su enfoque. En la versión daliniana de las Meninas lo que destaca es la perspectiva y la profundidad. Presentando el cuadro de un espectador observando las Meninas.
- Las Meninas de Valdés.
El escultor valenciano ofrece una de las versiones más vanguardista de las Meninas. Una serie de 4 figuras de bronce de la infanta Margarita a gran tamaño, como si estuvieran fabricadas en serie y que han sido expuestas en las calles de Valladolid, Bilbao, París y Phoenix. Además de estas, Valdés tiene una Menina gigante en una rotonda de Alcobendas, un grupo de Meninas en un parque de Düsseldorf y una menina más pequeña en el centro de Valencia.
- La Menina de Botero.
El pintor colombiano realizó su versión de la imagen de la infanta Margarita dentro de lo que es la línea habitual. Presentando una infanta con sobrepeso y líneas redondeadas.
- El equipo Crónica.
El equipo Crónica fue un grupo artístico fundado en Valencia en 1965 por Manolo Valdés, Rafael Solbes y Juan Antonio Toledo, influido por el arte Pop. Ellos también realizaron su versión de Las Meninas ambientada en un apartamento de los años 60.
Como hemos visto, las Meninas han dado y siguen dando mucho de que hablar,