La mayor parte de las personas de más de 70 años coinciden en lo mismo, mientras conserven su salud, aunque estén solas, no dejarán su vivienda. Y es que no es fácil abandonar la casa donde se ha vivido todo una vida, en la que se ha formado un hogar, una familia, un mundo. Pero cuando se vuelven dependientes o enferman, no tienen más remedio que acudir a una residencia de ancianos. En este país, aproximadamente el 3,6% de la población de edad avanzada vive en uno de estos centros, de estas, el 85% lo hace en residencias públicas o concertadas. El problema es que muchas de las residencias privadas tienen unos precios desorbitados, por lo que sobran plazas. En cambio, en las públicas, faltan. Además, el aumento de la longevidad, ha provocado que, en la actualidad, las residencias públicas estén totalmente saturadas.
¿Necesitas ayuda? Diferentes opciones
Así pues, tenemos que existe cierta resistencia a abandonar el hogar de toda una vida, ya sea por el precio o por la falta de intimidad. Los apartamentos tutelados son una interesante opción para todas aquellas personas que valoran su autonomía, que disfrutan de la vida en soledad o en pareja, y también de los amigos y amigas, pero quieren independencia, libertad de movimientos. Y todo esto lo tienen en Sanvital, que además de residencia de ancianos cuenta con apartamentos para mayores en Madrid, donde ofrecen la intimidad y calidez de un hogar con una atención personalizada, pensados para el desarrollo de una vida con total independencia pero disfrutando de todos los beneficios del centro. Tanto en su residencia como en sus apartamentos tutelados para mayores se ofrecen servicios “a la carta”, personalizados en función de las necesidades y preferencias de las usuarias y usuarios.
Pero cuando la enfermedad llama a la puerta, no queda otra que la atención constante en una residencia especializada. Así nos lo confirman en el centro asistencial Benviure, donde llevan más de una década tratando pacientes con demencias tipo Alzheimer, comprobando que un diagnóstico precoz y un tratamiento posterior adecuado, puede repercutir en un notable desaceleramiento de la enfermedad. Es un sitio súper chulo. La residencia está situada al pie de la montaña Sant Ramón en el Baix Llobregat, tiene 6000 m2 de jardines exteriores transitables con vistas mar/montaña para disfrutar de un paraje de gran belleza natural, y aquí el/la residente podrá disfrutar de las visitas en estos magníficos jardines, con amplias zonas de sombra para el verano y zonas soleadas para el invierno. Una gozada de sitio, muy diferente a las residencias convencionales.
Y para todas aquellas personas que se niegan a dejar su casa pero viven solas y necesitan un poquito de ayuda en las tareas domésticas, el cuidado personal o bien, si desean un poco de compañía, está la agencia Bi2t, Atención sanitaria a mayores, especializada en el cuidado de personas dependientes y ancian@s en Madrid, creada con el objetivo de brindar una atención cercana, exclusiva y el mejor cuidado a personas mayores, dependientes, discapacitadas y enfermas crónicas.
Los problemas de vivir en soledad
Según los datos, el 48,4% de las personas mayores de 70 años que viven solas desconocen el funcionamiento de los servicios sociales. Más de la mitad, afirman necesitar un acompañante para realizar ciertas actividades, o para ocupar buena parte de su tiempo. El 76,2% asegura salir a la calle a diario y un 38,7% afirma no necesitar ayuda para hacer la comida, la compra u otras tareas del hogar. Sin embargo, el 27,4% recibe asistencia externa, y un 19,4% cuenta con ayuda familiar.
En cuanto a condiciones de higiene y cuidado personal, nutrición y capacidad cognitiva, el nivel de autonomía en la mayor parte de las españolas y españoles, es alto, y el 83,1% de las personas asegura no necesitar ayuda externa de ningún tipo.
Pero a nivel económico, existen numerosas quejas. Son muchas las personas que están preocupadas por si no puede hacer frente a los gastos de una residencia, un apartamento tutelado o solicitar un servicio de asistencia. De todas las personas que hemos entrevistado, aseguran que si tuvieran dinero suficiente, pedirían ayuda, pero el problema es que no lo tienen, las residencias públicas son pocas y están llenas.
Es necesario, pues, tomar conciencia del problema y tratar de dar solución a la situación actual de nuestr@s mayores.