Algunas bebidas se convierten en tradición. Una cultura popular que crece en diferentes puntos y se entremezcla con las particularidades culturales de cada país. Siendo la esencia de su origen esparcida por todo el mundo. Es el caso de bebidas como el té, el chocolate o, por supuesto el café, del que vamos a hablar en este artículo. El café tiene una cultura propia que ha llegado hasta nuestros días. Atravesando siglos en los que ha sido parte de la historia. Desde el siglo XVI hasta hoy y lo que queda. A pesar de la crisis del cafeto y el cacao, que no ha hecho otra cosa que subir los precios, aunque eso no haya afectado a los amantes del café.
De hecho, el café no es únicamente una de las bebidas más consumidas, como decimos, constituye por sí mismo, un elemento cultural capaz de definir costumbres, rituales y numerosas formas de socializar. Desde un expreso italiano hasta un café turco con todo lo que conlleva su preparación, cada país, degusta el café de una forma diferente.
En la actualidad y desde hace alguna década, el cafeto, ha conquistado el mundo y se cultiva en más países. En torno a sus orígenes existen numerosas leyendas y mitos, atribuidos al cafeto y la bebida que de sus frutos se extrae. Existen muchas tiendas especializadas en café, siento el principal producto de su catálogo, lo que indica el poder cultural que posee este particular grano que, para poder degustarse, debe pasar por una fase de molienda. En La oruga azul, una tienda delicatesen, hemos encontrado granos de diferentes países productores con gran renombre, ente otros productos. Esto solo hace que confirmar que el café, es un producto que tiene adeptos en todo el mundo, que existe un tipo de café para cada persona y una forma de prepararlo según la tradición cultural de la zona.
Los orígenes del café
Con toda probabilidad, el cafeto goza de mayor antigüedad, que la que se le concede en torno a la Edad Medida. Aunque las comprobaciones, sitúan a las primeras plantas de café en Etiopía, concretamente en la región de Kaffa. Siendo en la actualidad, el país en el que se cultivan muchos de los cafés más complejos para deleitar a los paladares más exigentes. En estas zonas, se evita el uso de químicos en la producción para evitar degradar su pureza.
Aun estando situado en Etiopia, como lugar de procedencia, las cerezas del café, se utilizaban como alimento mucho antes. En Yemen, la planta del café, era utilizada como remedio para algunas dolencias a partir del siglo IX. Momento en el cual, las mismas eran por igual utilizadas para elaborar infusiones semejantes al té. En cualquier caso, existen datos que reflejan el uso de los granos de café tostados y molidos, en el siglo XI.
A lo largo de numerosos años, los yemeníes, gozaron del monopolio de la planta del café. Intentando durante mucho tiempo evitar que el haba germinante saliera de sus fronteras. Así fue hasta que a mediados del siglo XVII, los holandeses, robaron los primeros granos que podían ser cultivados y dar como resultado plantas de café. Aquella plantación se inició en Ceilán, actual Sri Lanka y, desde ese punto del mapa, los holandeses llevaron las plantas cafeteras a lo largo del sudeste asiático, obteniendo excelentes plantas en Java y otras regiones.
El resultado fue obtener diferentes tipos de grano. Del mismo modo que sucede con el vino, los perfiles de sabor que se le atribuyen al café, se asocian a las características particulares de cada país en el que se cultiva. Esto se relaciona tanto con las condiciones de cultivo natural de cada zona, como con la infraestructura cultural de cada país. Por ejemplo citaremos la India, cuyo café cultivado a la sombra, es más frecuente, lo que resulta en una maduración más lenta de las cerezas, produciendo granos de café más aromáticos. Algunos de los perfiles de sabor más relevantes son los que vamos a citar a continuación.
- Etiopía. Esta variedad de café, posee una gran variedad de aromas, claras notas frutales y florales, una acidez fuerte pero agradable que resultan en un paso por boca bastante suave.
- Kenia ofrece cafés muy dulces y con una pronunciada acidez, aromas afrutados y a bayas, con cierto regusto a vino.
- Brasil produce cafés dulces con ligero amargor, aromas a nuez y chocolate apoyados en un cuerpo fuerte.
- India apuesta por los aromas a chocolate y nuez, una baja acidez, ligero amargor y cuerpo completo y suave.
Existen otras variedades aunque sin duda, estas son las más notables. Basta con visitar un lineal en cualquier tienda de alimentación o supermercado, para comprobar la gran diversidad y variedad existente. Sin contar, las tiendas especializadas en las que puedes encontrar los mejores cafés del mundo, dignos del más exigente barista.
El cultivo del café y sus preparaciones
Las plantas del café, los cafetos, crecen en los árboles. Normalmente, se recortan para que la cosecha sea más fácil. Se trata de plantas muy sensibles por lo que se plantan a la sombra de árboles de gran tamaño que los proteja de la luz solar directa. A estos árboles de mayor tamaño, se les llama “mamis del café” y al mismo tiempo que del sol, protege a los cafetos del viento. Cuanto más lentamente crezcan las plantas que producen café, mayor sabor tendrán los granos.
Cabe señalar que el método de cosecha seguido influye en gran medida sobre la calidad del café obtenido. Cuanto más cuidadosa es su cosecha, mayor calidad tendrán los granos. Existen tres métodos de cosecha siendo el más laborioso la cosecha manual, es decir recogida a mano. Este método es el que mejor producción de café proporciona. Solo las plantas perfectas y maduras se recolectan a mano.
Otro método es el de recolección a tiras, también realizado de forma manual, pero en este caso, arrancando la rama y recolectando todos los frutos de una vez, en lugar de uno a uno como en el proceso anterior. En este caso, la madurez de los granos varia, por lo que se recurre a una posterior clasificación y selección.
El tercer método de recolección, se realiza con máquinas cosechadoras. Este método es el más utilizado por las grandes plantaciones. La cosecha ser realiza utilizando mucha fuerza para arrancar todos los frutos, lo que elimina muchas hojas y partes de las ramas, algo que se traduce en un mayor esfuerzo a la hora de realizar la selección posterior.
Una vez cosechado y clasificado el fruto de la planta del café, el proceso sigue en función del tipo de café que se quiera obtener: natural, torrefacto, en grano, molido… De ahí, a la taza quedan pocos pasos.
Algunas de las preparaciones de esta tradicional bebida son más que conocidas, como el café irlandés de Irlanda (obviamente), o el cappuccino en Italia. Pero ¿cómo se prepara en otros países o ciudades? En Vietnam, como uno de los mayores productores de café a nivel mundial, se sirve con helado y leche condensada. Eso se debe casi con total seguridad, a que se trata de un café mucho más fuerte de lo habitual.
Si nos pasamos a Tailandia, donde se dice que el café es negro como el diablo, caliente como el infierno, puro como un ángel y dulce como el amor, no se usa leche, en su lugar, añaden especias y azúcar en gran cantidad para proporcionar el sabor deseado a un sabor inconfundible.
Los etíopes, donde el café vio la luz, la gente no se reúne para tomar un café. Lo hace para tomar tres tazas. La primera se toma para disfrutar. La segunda es la antesala del debate sobre los temas serios y la tercera, consiste en la bendición general de todos los presentes. La manera habitual de tomar café es moka con el añadido de especias, como el cardamomo que confiere una fragancia aromática y un sabor dulce y picante.
El método más antiguo para preparar café, procede de Turquía. Siendo la moca turca preparada en una estufa con jarra mecánica, en la que se hierve el café molido en la jarra con agua y, posteriormente ser sirve con los posos incluidos.
Los griegos elevan el café a otro nivel, lo hacen con azúcar y debe llevar granos molidos que proporcionan un toque especial a turba y terroso. Lo más habitual es tomarlo helado o frappé.
Por último, citaremos Austria, un país en el que la cultura del café goza de una extraordinaria variedad. Existe una extensísima selección de especialidades de café en cada cafetería. Una de las más solicitadas es la Verlängerter (extendido) que consiste en un pequeño café negro diluido con la misma cantidad de agua caliente. El Konsul, es un expreso grande culminado con un poco de crema o el Melange, una mezcla homogénea de café con leche caliente a partes iguales. A estos clásicos que podemos encontrar en otros lugares como café americano, cortado o café con leche, se añaden creaciones con nombre propio como Leopold o Josefine.
En resumen, el café cuenta con una larga tradición y una extensa cultura que puede comprobarse en cada país y ciudad del mundo. Para los amantes de este brebaje, todo un mundo de degustación a sus pies.