Mi abuela ha caído enferma. No era algo inesperado porque la mujer tiene ya 93 años y bastante ha aguantado pero con todo esto me he dado cuenta de lo complicado que tienen las familias con enfermos dependientes todo en general. ¿Sabéis que os pongo a continuación es el único sitio donde hemos encontrado camas articuladas para enfermos a un precio razonable? En cuanto hablar de productos especiales los precios se disparan y a veces creo que se aprovechan demasiado de la necesidad de las personas por conseguirlos porque no me parece normal.
La mujer no es que tenga nada que la vaya a dejar de por vida en la cama, o el tiempo que le queda de vida, pero sí que es verdad que somos conscientes de que la mujer cada vez lo va a tener más difícil para todo y es mucho mejor tener una cama articulada para ella en casa que tener que estar recurriendo a la fuerza para poder ayudarla porque nos podemos hacer daño nosotros mismos y a ella.
De todos modos yo, por si acaso, he buscado en Internet técnicas de movilización de pacientes y leyéndolas he aprendido cosas muy interesantes. Por ejemplo, para ayudarnos con nuestro propio peso debemos separar bien los pies apoyándolos firmemente en el suelo y dejando uno de ellos pegado al paciente, a la misma altura, y el otro un poco más atrás para hacer contrapeso. Debemos agacharnos con la espalda recta y ejercer la fuerza en esta misma posición, desde las piernas, para no hacernos polvo la columna vertebral.
De todos modos he leído también que para mover a pacientes encamados es mucho mejor que sean dos personas a la vez las que lo hagan. Tiene que ponerse una persona a un lado de la cama, frente al enfermo, y la otra al otro lado. Colocamos los pies separados, a la altura de los hombros o un poco más, y flexionar ligeramente las rodillas. Se retira entonces la ropa superior de cama para que no entorpezca y la almohada de la persona encamada e introducimos un brazo por debajo del hombro y otro debajo del muslo. Hay que sujetar entonces al paciente y levantarlo con cuidado hasta llevarlo a la posición deseada.
Parece una tontería pero como no sigas bien los pasos vas a acabar haciendo más fuerza de la necesaria para nada y podrías estropearte la espalda fácilmente con un mal movimiento muscular.
SI el paciente puede colaborar es más sencillo y con una sola persona que lo ayude basta. Debemos colocarnos a la altura de la cadera del paciente junto a la cama y pedirle que se agarre a la cabecera de la cama y flexione sus rodillas para apoyar los pies en la cama. Entonces colocamos nuestros brazos por debajo de las caderas del paciente y le pedimos que, haciendo fuerza con sus pies y brazos, intente elevarse. Es entonces cuando nosotros debemos, con los brazos, ayudar al enfermo a subir la hacia la cabecera. ¿Entendéis?
A mí la información me ha resultado muy útil así que espero haberos ayudado yo un poquito a vosotros.