De entre todos los productos que conforman la gastronomía española, conocida en el mundo entero por su diversidad y su calidad, hay uno que destaca por encima del resto y por el que los españoles somos mundialmente conocidos. Hablamos, como no podía ser de otra manera, del aceite de oliva, que es uno de los grandes productos de nuestra gastronomía y que nos confirma como una de las grandes naciones en lo que respecta a la alimentación. Y es que la situación geográfica en la que nos encontramos es vital para que en nuestra tierra crezcan productos que permiten elaborar otros productos como este.
¿Cuánto dinero le puede dar a nuestro país la exportación de un producto como lo es el aceite de oliva? ¿Y cuánta es la buena fama que nos puede proporcionar ser una de las referencias en lo que respecta a esta producción? La verdad es que es muy complicado valorar este asunto. Pero nadie puede poner en duda que debe tratarse de una cifra espectacular y que no esté al alcance de todos los productos que tienen su crecimiento y elaboración en el interior de nuestras fronteras. El aceite de oliva tiene algo que es innato, especial. Y no todos los productos pueden demsotrar lo mismo.
Según una noticia que fue publicada en el portal web Qcom, España sigue siendo el primer productor de aceite de oliva de todo el mundo. La superficie que está dedicada al olivar en nuestro país es de unas 2’5 millones de hectáreas, algo que supone que también seamos la principal potencia exportadora de este tipo de alimento. La producción de aceite en España fue de 127.100 toneladas en el año 2010, lo que significó un aumento del 22% con respecto al año anterior y un 54% más que en las cuatro campañas anteriores. Y eso que estábamos en el pico de la crisis.
En otro artículo, en este caso publicado en el portal web Mercacei, se hablaba de que la producción de aceite de oliva en nuestro país en el primer trimestre de la campaña 2018-2019 fue de 727.800 toneladas, algo que deja meridianamente claro el hecho de que este es un producto básico para la economía española en general y para la cadena alimenticia en particular. Sin él, desde luego que no tendríamos tantas posibilidades de que nuestro sector alimenticio tuviese la potencia de la que, en efecto, goza en la actualidad.
El aceite de oliva es uno de los bienes más preciados en un entorno como en el que nos encontramos. Los españoles, como buena parte del mundo, sabemos la calidad que se desprende de este tipo de alimentos. Y el trabajo que implica la recogida y la transformaciones de la materias primas para realizar el mejor aceite de oliva virgen extra ha sido perfectamente valorado durante las últimas semanas, esas en las que el estado de alarma ha gobernado la vida de los 46 millones de españoles. Los profesionales de una entidad como lo es Oleo Ángeles, una entidad especializada en este tipo de productos, nos han comentado que han recibido numerosas muestras de gratitud en las últimas semanas, algo que, desde luego, es de agradecer.
Favorecer a los productores españoles, una labor de las instituciones… y de nosotros mismos
La llegada del coronavirus va a traer, después de esta crisis sanitaria, una crisis económica para la que tenemos que estar realmente preparados. Son muchas las empresas españolas que se van a ver perjudicadas por la nueva realidad que ya se encuentra entre nosotros. Por eso, es indispensable que apoyemos al comercio nacional más que nunca en cuanto acabe el peligro para la vida humana en nuestras calles. De esa manera, seguro que evitamos el cierre de muchas entidades y muchos pequeños negocios que, desde luego, constituyen la vase de nuestro negocio.
Es evidente que la labor de las instituciones es vital para tratar de garantizar que esta premisa se cumple en la mayor parte de los casos. Pero también está claro que el mercado, es decir, nosotros y nosotras, tenemos una buena parte de la responsabilidad de lo que ocurra a partir de ahora en este sentido. Así que el apoyo a nuestros comerciantes será básico para que éstos, y la sociedad en general, salgan hacia delante en estos momentos de zozobra que a nadie nos hubiera gustado vivir.
Apoyar el producto español es algo que, además, nos debería resultar fácil. Sobre todo en lo que respecta a la alimentación. España es uno de los países en los que crece una buena cantidad de materias primas para la constitución de alimentos de primera calidad. El aceite de oliva virgen extra, como hemos visto, es un buen ejemplo. Y somos líderes a nivel mundial en lo que respecta a su producción. Es momento de demostrar nuestro patriotismo. Y eso empieza por invertir en nuestras empresas.