En nuestro día a día buscamos la comodidad de realizar todas las tareas con el menor esfuerzo posible, tareas tales como planchar, cocinar, fregar o abrir y cerrar la puerta de nuestro garaje sin tener que bajarnos del vehículo y solo con el mando del garaje. Hoy nos queremos centrar en nuestras cocheras y os hablaremos de las normas que debemos tener en cuenta así como los modelos más comunes disponibles a la hora de instalar una puerta automática para nuestro garaje. Nosotros confiamos en Mandobox, una empresa con años de experiencia. Os dejamos el enlace.
Empezamos este repaso con lo que debemos recordar a la hora de saber si nuestra puerta cumple con la normativa vigente.
Si tenemos un administrador de fincas de los buenos, como MBR, seguramente nos pueda asesorar sobre este tema. Si tenemos que hacernos cargos nosotros mismos, primeramente debemos conocer si la puerta se instaló anteriormente o posteriormente a mayo del año 2005, ya que en esta fecha se produjeron los cambios en la ley sobre puertas de garaje comunitarias. A partir de ese momento, el cierre instalado, ya sea basculante, seccional, corredera, batiente o enrollable, debe atenerse a la nueva normativa hoy vigente.
Si nuestro portón es anterior a la fecha que os hemos señalado pero durante estos años ha sufrido modificaciones en alguno de sus componentes básicos de seguridad, como la puesta en marcha, su estructura, la transformación de la puerta, etc., deberemos tener en cuenta que si la instalación fue anterior a mayo de 2005, entonces solo se requería el cumplimiento de las Directivas de Máquinas (DM), Baja Tensión (DBT) y Compatibilidad Electromagnética (DCEM) vigentes del momento. Las máquinas instaladas a partir de 2005 deben cumplir con la Directiva de Productos de Construcción (DPC), lo que conlleva la obligación del sellado por parte de la CE y la conformidad con los requisitos que marca la normativa en el momento del montaje de la puerta.
Principales tipos de puertas para abrir con mando a distancia
Una vez repasada brevemente la normativa sobre la instalación, pasamos a ver los diferentes formatos de puertas, todos ellos automatizados y controlados remotamente con mandos que podemos encontrar en compañías como Mandobox, líder en el sector y que os recomendamos a la hora de cambiar vuestro mando para no tener nunca problemas, algo muy desagradable si llegáis tarde o cansados de trabajar.
Puertas enrollables: al igual que si fuera una persiana metálica de grandes dimensiones, las puertas de garaje enrollables están formadas por un sistema en el que la puerta se recoge en la parte superior, habitualmente en el interior de un tambor que tiene un barra horizontal en el que la puerta va sujeta y a través del cual los paneles que forman la persiana se van enrollando. Este tipo de puertas tienen la gran ventaja de la optimización de espacio.
Puertas basculantes: dentro de este tipo de puertas podemos encontrar diferentes modelos de puertas de garaje basculantes y es que dependiendo de las necesidades y el espacio de las plazas de garaje podemos configurarlas a nuestro gusto, siendo uno de los modelos más comunes, el que consiste en una hoja que se levanta y se queda en la zona superior del garaje o el de dos hojas que se pliegan y se quedan en la misma zona. Este formato de puertas basculantes cuenta con la ventaja de que al situarse justo debajo del techo del garaje, ocupan el menor espacio posible permitiendo así una mayor altura máxima de entrada.
Puertas abatibles: este formato de puerta es uno de los sistemas más utilizado. Su funcionamiento se basa en una o dos hojas que giran sobre un eje vertical.
Puertas seccionales: dentro de esta modalidad de puertas de garaje existen diversas variantes que podemos adaptar sin mayores complicaciones a las necesidades de cada uno de los diferentes garajes que nos podemos encontrar. Las más conocidas y usadas son las que están compuestas por paneles que se ensamblan unos junto a otros y que pueden adaptarse a cualquier dimensión permitiendo así que nuestra cochera cuente con un cierre de calidad y seguridad.
Puertas correderas: este tipo de puertas a menudo las encontramos en lugares en los que la entrada goza de una amplia apertura y para accesos de uso intensivo ya que su gran estabilidad tanto en el sistema de cierre como en su automatización hacen de esta una de las mejores opciones a la hora de instalar un nuevo cierre de seguridad. A la hora de llevar a cabo la instalación debemos contar con un espacio amplio para que al abrir la puerta no golpee en ningún lado impidiendo así la correcta apertura.