La colorterapia, cromoterapia o también conocida como terapia del color es una de las técnicas empleadas por la medicina alternativa desde muchos años para tratar de curar ciertas enfermedades y provocar un bienestar en sus pacientes gracias al uso de los colores, ya que estos ejercen influencias emocionales sobre las personas.
Sin necesidad de estar enfermos pero sí buscando nuestro equilibrio entre mente y cuerpo en el hogar, podemos guiarnos también por las referencias de los efectos de los colores sobre nosotros para decorar nuestra casa. Si del color de la pintura de las paredes o de los muebles depende que tengamos menos estrés o nos sintamos más relajados, por qué prestar un poco de atención al uso de las tonalidades antes de decidirnos a pintar.
En la actualidad, la moda del low cost está haciendo que muchos de nosotros acudamos a tiendas especializadas como Pinturas Insa para cargarnos con los botes y las herramientas necesarias para pintar nuestra propia casa. En estos establecimientos pueden aconsejarnos sobre los tonos que irán mejor en cada una de las habitaciones según el uso que le vayamos a dar, bien para trabajar, descansar o dormir, pero desde este artículo vamos a comentaros algunas de las características de los colores para que podáis llevar con vosotros una pequeña idea acerca de lo que queréis para vuestra casa.
El blanco es el color de la purificación del cuerpo. Tenerlo en casa es muy habitual, especialmente en aquellos hogares a donde no ha llegado todavía la fiebre por la decoración con diferentes colores en las paredes. Este tono ayuda a generar paz y confort allí donde se ha hecho la imprimación. El negro, en contraposición, está relacionado con el desaliento y el desagrado.
Entre el blanco y el negro se encuentra el gris, que aporta elegancia a las estancias, por lo que es perfecto para salones y pasillos. En la actualidad, se está utilizando en tonalidad suave para las habitaciones de los bebés mezclado con pinturas o vinilos de otros colores como azul clarito, rosita o blanco.
Uno de los colores que más predomina en la pintura de las paredes de las casas es el azul, que trata de una tonalidad relajante que ayuda a despejar la mente y actúa contra el estrés y el insomnio, por lo que es ideal para habitaciones en las que vayamos a dormir o a descansar. También ayuda a reducir la fiebre, la hipertensión, los miedos, los espasmos estomacales y baja la presión sanguínea. Se dice incluso que aporta un granito de arena en los tratamientos de las glándulas tiroideas y paratiroideas.
El rosa, por su parte, ayuda a pensar positivamente, sin miedos ni restricciones. Está relacionado con el amor no egoísta y es útil para prevenir la ansiedad y también la agresividad.
El rojo es un color relacionado con el poder y la arrogancia y también evoca confianza. Se dice muchas veces que los equipos de fútbol cuya equipación es de este color y en una tonalidad fuerte tienen más posibilidades de ganar, como si ejerciese sobre ellos una motivación inconsciente. Puede utilizarse en las habitaciones de los más pequeños de la casa, ya que dicen que estimula el cerebro.
El amarillo, por su parte, se trata de un color que tiene que ver con la felicidad. Aumenta la presión arterial y el pulso, lo que se traduce también un chorro de energía, así que es ideal para aquellas habitaciones en las que los niños vayan a jugar o nosotros deseemos estar activos, como por ejemplo, en un taller. Asimismo, es un color que dice que estimula la memoria y mejora la concentración, ayuda con problemas de depresión, digestión, estreñimiento y reumatismo. No obstante, si eres una persona irritable, este no es tu color.
El verde, por otro lado, es un color relacionado con la naturaleza y la vida, la esperanza y la calma. Es perfecto para aquellas personas que sufran de ansiedad, ya que les aportará tranquilidad y ayuda a crear armonía y equilibrio. También favorece la estimulación de las defensas del cuerpo.
Dentro de la paleta de colores podemos encontrar el marrón, que se relaciona con la calidez de los espacios y que evoca tradición y familiaridad. El naranja, por su parte, estimula la creatividad de aquellos a quienes rodea y les lleva a estar activos, aunque según nuestra personalidad es conveniente evitarlo porque puede producir agitación y nerviosismo.
No podemos, por último, olvidarnos de los tonos violetas, que son aquellos que elevan nuestra autoestima y nos hacen sentir más seguros de nosotros mismos. Se trata de un color bastante fuerte y difícil de combinar en las casas, por lo que pese a sus beneficios, especialmente a la hora de la meditación, quizás no sea muy conveniente usarlo dentro del ámbito de la decoración.
Sabiendo ahora el efecto que cada color puede producir en ti, ya estás preparado para ponerte manos a la obra y redecorar tu vida y tu hogar.