Estamos en tiempo de Juegos Olímpicos y eso suele hacer crecer la afición entre la gente a hacer deporte. Pues bien, aunque el pádel no es olímpico, todavía, estoy seguro de que dentro de unos años lo será, solo hay que ver la evolución que está teniendo en todos los países. Es el deporte que recomiendo para estar en forma. Yo lo he notado desde que instalamos la pista de pádel en nuestra comunidad. Me ha servido para adelgazar un par de kilos y encima para mantenerme en forma.
Todo surgió el año pasado durante una junta de vecinos, sí, esas de las que casi nadie va, pero que de verdad, son muy aprovechables. La idea nació de un aficionado al pádel que dijo que porque no aprovechábamos una cancha de baloncesto que casi nadie usaba para hacer una pádel. Como suele pasar siempre, las primeras reacciones fueron de rechazo. ¿Cuánto valdrá? ¿Otra derrama? ¿Eso será mucho dinero? ¿Pero si nadie jugamos al pádel? Vamos las típicas preguntas para reventar el acto, y es que, que daño ha hecho en este país la serie La Que Se Avecina, que ahora todo el mundo quiere hacer de Antonio Recio en las juntas.
Esas preguntas rápidamente tuvieron respuestas, ya que este vecino acudió a la reunión con todos los deberes hechos. Se había puesto en contacto con esta empresa de construcción de pistas de pádel, Niberma, que le habían informado de todo. Claro que no saldría cara, ya que son los precios más baratos del mercado. Y nos ofreció todas las facilidades ya que esta empresa fabrica e instala pistas de pádel de cerramiento de muro o cerramiento de cristal y con superficie de juego en césped artificial y como se puede comprobar es muy fácil. Lo primero que tienes que tener es un terrenito de unos 20 metros de ancho y 20 metros de largo, que estas son las medidas oficiales, según la Federación. Luego se hace un zuncho perimetral de 40x20cm, armado, para garantizar el anclaje de la estructura, y drenaje de aguas, con pavimentos de hormigón poroso, de 8 cm de altura con 12 cm. También hay que prestar atención a los cristales de las pistas de pádel, dado el estrés y las tensiones que sufren tanto debido al juego como a los cambios climáticos como el viento o la temperatura.
Un acto social
Además, el césped artificial que utilizan en la instalación de pistas de pádel cumple las más estrictas normas de calidad, y en este tiempo no hemos tenido ningún problema. Así pues podemos jugar al pádel durante los 365 días del año y las 24 horas del día hasta en las condiciones más adversas, y es que el invierno vallisoletano es muy duro.
Además, el pádel no solo es deporte, yo lo considero un acto social con el que nos ha servido para relacionarnos con el resto de los vecinos. Hasta ese momento apenas nos conocíamos, y ahora, después de un par de torneos, hacemos barbacoas donde nunca falta nada, salidas o quedamos para cualquier tipo de fiesta. Y eso, a mis casi 50 años está muy bien. Así pues, hay que reconocer que la idea de construir una pista de pádel fue todo un acierto.