Mi madre siempre había tenido una buena dentadura, una bonita sonrisa y una salud bucal admirable. Sus dientes blancos eran la envidia de todos y todas e incluso eran la admiración de su dentista, al que normalmente sólo tenía que visitar para las revisiones periódicas que tanto le gustaba hacer. Pero de un tiempo a esta parte, sus relucientes dientes blancos se habían tornado de un ligero color grisáceo, y es que aunque ella nunca ha fumado, ni bebido apenas alcohol ni café, el sólo desgaste diario acaba por deteriorar la blancura perfecta de nuestros dientes.
Habitualmente tendemos a asociar unos dientes oscuros con malos hábitos de higiene, fumar tabaco, o el consumo excesivo de ciertas bebidas, como el vino o el café. Pero no son los únicos factores responsables de las manchas en los dientes. La edad, la genética, algunos medicamentos, el bruxismo o una mala alimentación, también están relacionados directamente con la pérdida del esmalte dental.
En el caso de mi madre, el paso del tiempo, que tengo que reconocer que apenas había hecho mella en su cuidado cuerpo, estaba empezando a dejar su personal huella en forma de mancha, y eso parecía empezar a preocuparle. Así que aprovechando que se acercaba su cumpleaños, le regalé un tratamiento de blanqueamiento dental de la clínica Calderón, y lo mejor de todo es que se lo pudo realizar en su propia casa por supuesto controlado y bajo prescripción odontológica. El tratamiento en cuestión consiste en confeccionar una férula o placa de contención personalizada, que junto con el blanqueador, se entregan al paciente, que deberá seguir las indicaciones del profesional para su correcta utilización. Es totalmente seguro y no tiene más efecto secundario que una pequeña molestia en la zona aplicada que desaparece al poco tiempo. Mi madre está encantada y super contenta con el resultado obtenido.
Causas de la aparición de manchas dentales
Como ya hemos comentado, las causas del oscurecimiento de los dientes son múltiples y variadas, y no siempre dependen de nosotros.
Ciertas manchas, las más superficiales, suelen producirse por el consumo de café, tabaco, alcohol o colorantes alimentarios, principalmente, y si se tratan a tiempo, no suelen necesitar más tratamiento que el típico blanqueamiento dental. Pero si se deja pasar, el problema puede ir a peor y llegar a penetrar en la dentina y complicar el asunto.
Hay otro tipo de manchas, las internas, más relacionadas con traumatismos, medicamentos, químicos, envejecimiento o la genética. Estas suelen ser más resistentes, pero también tratables.
La genética es la principal causa del color de los dientes, y por lo tanto, cada uno de nosotros posee una tonalidad diferente. Algunos dientes son, desde su formación, más blancos y otros más oscuros. La razón de esta diferencia de color se encuentra en el tipo de esmalte, ya que en función del grosor del mismo, el diente podrá presentar una apariencia más o menos blanca. Si el esmalte es demasiado fino, el diente parece más amarillento y no responde tan bien al blanqueamiento como en el caso del esmalte grueso, que favorece una dentadura más blanca y suelen responder mejor al tratamiento.
La edad es también determinante, sobre todo a partir de los 40 años, cuando los dientes comienzan a presentar una apariencia menos blanca, más amarilla y sombría. A esta edad, debemos comenzar a extremar los cuidados si no queremos llegar a los 50 con unas manchas tan profundas, que eliminarlas se convertirá en todo un reto para cualquier especialista en odontología.
El consumo de ciertos alimentos, como los cítricos o los que contienen colorantes, también provocan manchas en los dientes, por lo que se recomienda moderar su uso, o cepillarse los dientes inmediatamente después de ingerirlos, y procurando no mantenerlos por demasiado tiempo en la boca.
Algunos medicamentos o químicos, son igualmente responsables de la aparición de manchas dentales, y más aún cuando se administran durante la infancia, antes de su formación.
Por supuesto fumar, beber café o vino, amarillea la dentadura, provocando incluso, como es el caso del tabaco, manchas internas y persistentes difíciles de tratar si no se corrigen a tiempo.
Estas son algunas de las principales causas, si quieres más información visita a tu dentista.