Cuando hablamos del estrés oxidativo lo hacemos del ataque a las células por los denominados radicales libres. En el momento en que hay muchos, el cuerpo resulta dañado, por lo que no puede controlarlos más.
Creemos que es necesario tener un conocimiento sobre este tema, tanto por nuestra salud como por la de todos los nuestros, así que desde aquí vamos a darte mayor información sobre un tema que es de lo más interesante. ¡Comenzamos!
¿Cómo aparecen los radicales libres?
Las células son el lugar donde se produce el proceso respiratorio. Son las que usan el oxígeno para asegurarnos del buen funcionamiento de nuestro cuerpo. La respiración de las células está en las mitocondrias que es el motor que da energía a la célula.
Cuando respira usa oxígeno, un fenómeno que origina el cambio de las moléculas que la rodean. Lo que hacen es perder un electrón, pasar a ser inestables y proveerse de radicales libres, los cuales lo que hacen es recuperar la estabilidad y arrancar un electrón a las moléculas que les rodean, y así sucesivamente. Todo acabará en una reacción en cadena cuando el cuerpo no se puede enfrentar a tanta molécula inestable.
Radicales libres: los factores medioambientales
El momento en que los radicales libres son creados debido a factores del exterior, el cuerpo humano pasa a quedar desbordado y esto puede ser por muchos motivos, desde la contaminación al alcohol o al estrés crónico, etc.
Son muchos los factores que tienen la responsabilidad de la circulación de energía excesiva en las células, lo que provoca o acelera el que se produzcan radicales libres.
Las consecuencias del estrés oxidativo en el cuerpo humano
En este tipo de estrés aparecen muchos mecanismos altamente perjudiciales para el cuerpo humano. Lo que hacen los radicales libres es recuperar la estabilidad y atacar a las células que se encuentran a su alrededor para poder robarles un electrón.
El ataque que se produce lo que hace es provocar una desnaturalización del ADN a las proteínas y pasando por los lípidos, donde los tejidos pasan a estar degradados y no funcionan bien. Se producen una serie de reacciones en cadena que lo que hacen es provocar una serie de defectos de uso en nuestro organismo. El estrés oxidativo es de los principales responsables del envejecimiento.
Con frecuencia se suele hablar de los muchos daños que producen en la elasticidad y la salud de nuestra piel. El caso es que también es bueno saber que los radicales libres tienen algunas consecuencias que no hacen mucho ruido, pero que pueden llegar a ser peligrosas.
Nuestro sistema nervioso lo sufre, pues se agravan algunas enfermedades de carácter neurodegenerativo como el Parkinson o el Alzheimer.
También conviene hablar del sistema cardiovascular, pues los radicales libres en cantidades excesivas lo que hacen es llegar a las arterias, corazón o venas. Todo puede terminar causando ateroesclerosis o enfermedades coronarias.
Pensemos en lo siguiente…
Suele hablarse mucho de lo malos que son los radicales libres en nuestro cuerpo, pero estos también hacen falta para nuestro sistema inmunitario. Podemos ver esto en las infecciones de tipo viral. Los radicales libres hacen posible el que acelere la cicatrización de nuestra piel en el caso de las heridas.
¿Cómo luchar naturalmente contra el estrés oxidativo?
Nuestro cuerpo, como dicen los especialistas en nutrición deportiva de Tetrasod tiene una función de carácter antioxidante. Son unos compuestos capaces de neutralizar a los radicales libres y de que se produzca un límite en la reacción en cadena. De gran ayuda a la hora de luchar contra el estrés oxidativo, es posible ir teniendo una serie de costumbres sencillas, como no fumar, beber moderadamente o tomar el sol poco.
La alimentación equilibrada y que tenga riqueza en antioxidantes es muy conveniente, por lo que es recomendable dar preferencia a verduras y frutas en general, así como hierbas de carácter aromáticas y a las especias.
No podemos dejar de mencionar a las denominadas grasas buenas, las que hay en aguacates, aceites de origen vegetal, pescado graso, etc.
Hay que limitar las grasas de origen animal, procedentes de la carne, charcutería o de los productos lácteos. No olvidemos tampoco que los
Los complementos de carácter alimentario que están muy concentrados pueden aportarnos un poder de tipo antioxidante que merezca mucho la pena para nuestro organismo, donde podemos incluir, desde los polifenoles a la carnosina o el glutatión.
Así que ya sabes, si desconocías todo sobre el estrés oxidativo o te sonaba, pero no habías profundizado en el tema, ahora a sabes más sobre un tema de vital importancia para nuestra salud.