En mi último viaje a Japón descubrí un método que allí popularizó la empresa Toyota para ganar productividad en tu negocio. Se trata de un método que ayuda a triunfar a las empresas a través de cuatro grandes pilares, la clasificación, el orden, la limpieza, la estandarización y la disciplina.
Se trata de un método que nació en un entorno industrial pero que también puede ser aplicable a muchos otros tipos de empresas, como compañías de servicios, hospitales o centros educativos.
Llevo una pequeña Agencia de Viajes y Cursos en el Extranjero, así que me pareció que podía ser un método muy interesante para mejorar la productividad de mi negocio.
Según me habían comentado algunos empresarios que lo habían puesto en práctica, el método mejora la productividad ya que mejora las condiciones de trabajo y el ánimo de los empleados, también recorta pérdidas de tiempo y energía y reduce los riesgos de accidentes laborales, con lo que mejora la calidad de la producción y aumenta la seguridad de los trabajadores.
Una serie de ventajas que convertían este método de las cuatro “S” en todo un regalo traído de la otra parte del mundo.
Las cuatro “S” de la Productividad
El método distingue cuatro elementos que no pueden faltar para conseguir empresas más productivas.
Por un lado, está, Seiri que se refiere a eliminar o separar lo innecesario, de modo que debemos de eliminar todo aquello que no es necesario.
La segunda “S” se conoce con la palabra japonesa Seiton, que habla de la importancia del orden. De modo que una vez que hemos determinado aquello que necesitamos, debemos recordar eso de “un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio”.
Además de buscar una ubicación determinada para cada objeto, también se recomienda su identificación clara y evidente, bien con etiquetas u otras señales.
Estas dos primeras “S” fueron más fáciles de hacer por mi cuenta, pero para la tercera sí que necesite contratar verdaderos profesionales.
La tercera “S” habla de Seiso, con esta palabra en japonés se refieren a la necesidad de limpiar o suprimir toda suciedad. Debemos de eliminar todos los focos o fuentes de suciedad, y se ejecutan todas las acciones que sean necesarias para que estos focos de suciedad no vuelvan a aparecer.
Con este objetivo, y después de preguntar a una amiga que también había contratado un servicio de limpieza con el que estaba muy contenta los profesionales de Gadeslimp, se hicieron cargo de dejar mi espacio de trabajo impoluto.
A continuación, se encuentra Seiketso, que se refiere a estandarizar o señalizar anomalías o elementos de control por todo el espacio que estamos tratando para detectar situaciones irregulares o anómalas.
Y, finalmente la última “S”, la de Sitsuke, probablemente la que tenía más interiorizada antes de conocer el método, la de la disciplina para seguir mejorando y crear una dinámica empresarial sólida y consistente, con la finalidad de que los logros conseguís se perpetúen en el tiempo.
Experimentar con el método de las cuatro “S” no tardó en dar resultados, en mi pequeño equipo de colaboradores parecía que todos venían con más ganas a trabajar, además de más motivados.
Lo más curioso, es que, aunque contábamos con un servicio profesional que realizaba la limpieza más intensiva del local, todos participábamos también para mantener el espacio limpio y ordenado, algo que antes difícilmente llevábamos a cabo, sin embargo, ahora al haber interiorizado esa disciplina nos organizábamos de modo que no nos costaba ningún esfuerzo.
De algún modo, recordaba los consejos de mi madre que siempre me decía “como esté de ordenado el espacio en el que vives así estará tu mente”.
De algún modo, las palabras de mi madre reproducían casi con total exactitud la esencia de esa seseante sabiduría japonesa, que no sé si fue por lo de japonesa y zen, pero cuánta verdad.