Vayas a comer a cualquier tipo de restaurante, ya sea de comida rápida o a un restaurante con estrella Michelín, es habitual que te vistan la mesa con manteles individuales de papel, utilizados para un solo uso y susceptibles de ser reciclados. Además de resultar más cómodo para los camareros, es una opción higiénica y respetuosa con el medio ambiente.
La presencia de una mesa comienza por la mantelería. Por eso, hasta hace unos pocos años, un restaurante que quería dar una imagen de elegancia, vestía las mesas con manteles de tela y servilletas a juego. Parecía que quien ponía sobre las mesas un mantel de papel tenía menos categoría. Hoy se ha descubierto que los manteles desechables son más higiénicos que los de tela y permiten tener la mesa arreglada, en poco tiempo, después de cada servicio.
En estos años, los mantelitos de papel han experimentado una interesante diversificación. Se fabrican con diferentes diseños y con distintas calidades. Un asador castellano de postín no va a usar los mismos manteles que el Buguer King. No lo hacía antes, ni lo va a hacer ahora, aunque usen el mismo material de base.
Los tiempos están cambiando para la hostelería. Se están popularizando prácticas más respetuosas con la naturaleza. Una de ellas es el uso de manteles reciclables. Jaime, que dirige un restaurante en barrio valenciano de Ruzafa, lleva años comprando mantelitos individuales de un solo uso a Chiwawap, un mayorista online de consumibles ecológicos para restauración e industria alimentaria. Además de servirles cada mes los manteles, también les suministra vasos de celulosa para servir el café para llevar, servilletas y algunos productos de limpieza. Todo ello fabricado con papel reciclado. “Somos un restaurante que apuesta por la cocina de kilómetro 0 y por el respeto a la tierra” – nos dice Jaime – “cualquier detalle como este, refuerza el mensaje que queremos transmitir al cliente.”
Una alternativa que se extendió tras la pandemia.
Comenta el blog Valencia Gastronómica que el uso de manteles individuales desechables en hostelería se extendió definitivamente después de la pandemia del Covid-19. Cuando se levantó el confinamiento y se empezaron a abrir los bares y restaurantes al público, durante el periodo que se dio en llamar “la nueva normalidad.”
Hasta entonces, había establecimientos que usaban estos manteles, pero en aquella fecha el Ministerio de Sanidad aprobó una normativa que obligaba a todos los restaurantes a colocar manteles de un solo uso y prohibía los de tela.
Se comprobó que la tela retenía el virus del Covid hasta 48 horas. Y que este podía sobrevivir en las fibras textiles incluso después de haberlos lavado. Por eso se optó por colocar manteles individuales que se retiraban después de cada comida y se tiraban a un cubo de basura exclusivo para manteles y servilletas. Los tradicionales manteles de tela se habían convertido en una posible fuente de contagio. Los de papel, aunque en apariencia eran menos elegantes, resultaron ser más higiénicos.
En aquellas fechas también se prohibieron los consumibles de autoconsumo. Es decir, el cliente no podía recoger las servilletas y el mantel de un dispensador colectivo. Debía ser el camarero, que atendía durante toda la jornada laboral con mascarilla, y que periódicamente se lavaba las manos con gel hidroalcohólico, quien colocaba los manteles, vasos, servilletas y cubiertos antes de cada servicio, ante los ojos del comensal. Se prohibieron las vinajeras, y las botellas rellenables de salsa. Cualquier aliño o condimento que se necesitara se solicitaba al camarero y este lo servía en envases monodosis desechables. Era una forma de frenar la propagación del virus.
Se superó aquel periodo crítico, pero el empleo de manteles desechables se instauró en la hostelería como un instrumento para ofrecer un servicio más higiénico.
Reciclado de manteles y servilletas.
Hoy casi todos los restaurantes de nuestro país cuentan con un cubo especial, en la cocina o detrás de la barra, donde se tiran los manteles de papel y servilletas después de cada uso. Al terminar el turno, un camarero tira la bolsa con residuos de papel en el contenedor azul. Los bares y restaurantes se han convertido en agentes activos del reciclado.
El proceso de reciclado de manteles y servilletas es un ejemplo de economía circular basada en el respeto al medio ambiente. Estos son los pasos que se siguen:
- Recolección y separación: El proceso comienza con la recolección de manteles y servilletas de papel usadas. Estos productos se obtienen principalmente de restaurantes, cafeterías, hogares y otros lugares donde se utilizan. Es importante separar los manteles y servilletas de otros materiales, como plásticos o alimentos, para garantizar un proceso de reciclaje más eficiente.
- Trituración: Una vez que se han recolectado los manteles y servilletas de papel, se llevan a una instalación de reciclaje donde se trituran en pequeños trozos. Este proceso de trituración es esencial para romper las fibras de papel y facilitar su posterior procesamiento.
- Desentintado y blanqueo: Los trozos de papel triturado se someten a un proceso de desentintado y blanqueo para eliminar cualquier tinta y obtener fibras de papel limpias. En este paso, el papel se sumerge en una mezcla de agua y productos químicos. Luego, se lava y blanquea con agentes químicos u oxígeno activado para obtener un papel de aspecto blanco y limpio. Este proceso es esencial para garantizar que los nuevos manteles reciclados tengan una apariencia fresca y atractiva.
- Mezcla de fibras: Después de desentintar y blanquear el papel, las fibras se mezclan con pulpa de madera virgen o reciclada para mejorar su calidad y resistencia. Esta mezcla ayuda a mantener la integridad estructural de los nuevos manteles y asegura que sean lo suficientemente resistentes para su uso.
- Formación de hojas: La pulpa de papel, ahora mezclada y preparada, se convierte en hojas de papel mediante un proceso de formación. Un tamiz separa las fibras y las dispone en una capa uniforme que se prensa y seca para crear hojas de papel de tamaño estándar. Estas hojas servirán como base para los nuevos manteles reciclados.
- Estampado y diseño: Antes de que las hojas de papel se conviertan en manteles, es posible agregarles diseños, colores o patrones utilizando tintas ecológicas y seguras para los alimentos. Esto proporciona a los manteles un aspecto estético e incorpora diseños personalizados según las preferencias del fabricante o del cliente.
- Corte y empaque: Una vez que se ha completado el proceso de estampado y diseño, las hojas de papel se cortan en el tamaño deseado. Esto puede variar según las necesidades del cliente, pero se suelen producir manteles de tamaños estándar. Después del corte, los manteles se empaquetan de manera adecuada, generalmente en paquetes de varias unidades, para su distribución y venta.
- Distribución: Los nuevos manteles reciclados están listos para su distribución a restaurantes, hoteles, cafeterías y otros lugares donde se vayan a utilizar. Por lo general, los restaurantes se abastecen de empresas proveedoras que les reponen estos productos cada mes.
Ventajas de los manteles reciclados.
La producción de papel y celulosa proveniente de madera tiene un fuerte impacto ecológico. Por un lado, la tala de árboles, necesaria para obtener la pulpa, y por otro, el uso de productos químicos necesarios para su tratamiento, que en algunas ocasiones termina contaminando acuíferos. Con el reciclado de papel se minimiza en gran medida este impacto. El blog Materiales Ecológicos nos habla de los beneficios que reportan los manteles desechables de papel reciclado respecto a los tradicionales manteles de tela y para el medio ambiente.
Respecto a los manteles de tela:
- Son más rápidos de colocar. No hace falta lavarlos ni plancharlos.
- Soportan cualquier tipo de mancha. Mientras que en los manteles de tela, ciertas manchas son difíciles de eliminar, y algunas de ellas dejan rastro.
- Permite al camarero vestir la mesa en cuestión de segundos, por lo que se ofrece un servicio más rápido y una mayor cantidad de servicios en cada turno, sin tener a los clientes esperando hasta que la mesa esté preparada.
- El papel reciclado ofrece una textura rugosa en la que se pueden imprimir bonitos diseños. Frente a la idea de que el papel reciclado es un papel marrón que recuerda el embalaje de un paquete postal, lo cierto es que en la actualidad se utilizan diferentes diseños personalizados, que se irán ampliando a medida que su uso se vaya generalizando.
Respecto al cuidado del medio ambiente:
- El papel es un material 100% reciclable. Lo que reduce considerablemente la tala de árboles.
- Para la fabricación de estos manteles se utiliza un recurso ya consumido, como puede ser papel de oficina, cartón, periódicos y hasta manteles y servilletas ya utilizados.
- El papel es una materia prima renovable, que se puede reciclar en usos indefinidos.
- Si el papel no se blanquea, está libre de cloro, por lo que es menos nocivo para la salud y el planeta.
- Con el reciclado de papel se reduce energía.
El empleo de manteles desechables y reciclables en hostelería supone un paso más hacia una economía sostenible y respetuosa con el planeta.