Llega el Otoño, y aunque aún haga demasiado calor para pensar en la entrada de esta nueva estación, la realidad es que todas deseamos cambiar nuestra ropa de armario y nuestros complementos para empezar a lucir nuevos modelitos. Últimamente estoy viendo verdaderas obras de arte en Momjoyas, una joyería online donde comprar anillos, colgantes, pendientes y pulseras de plata de ley para mujer que actualiza con novedades su amplio catálogo todas las temporadas y que ahora está consiguiendo que mis ojos suelten chispas cuando miro sus novedades en la web.
Y es que aunque suene a típico yo soy de esas que está deseando que llegue el calor o el frío para hacer cambio de ropa y poder sacar esos modelitos que compré la última temporada cuando ya casi estaba a punto de cambiar el tiempo y que me he puesto muy pocas veces para empezar a verme con ellas puestas lo antes posible. Ahora, con el otoño, empiezan a verse mucho más las tonalidades marrones en la ropa, los grises, los amarillos yema, y toda esta gama de colores. Y, por supuesto, lo que nunca cambia, es la relación que no podemos evitar crear entre el concepto de Otoño y la hoja caduca de los árboles, por eso ahora busco complementos y accesorios relacionados con todas estas cosas.
No hace mucho vi un anillo en tonos ocres cuyo motivo decorativo era una hoja abierta en el centro de dicho anillo. Ni demasiado grande ni demasiado pequeño, ideal para combinar a diario con casi cualquier ropa “casual”.
Todos estos pequeños deseos, porque tampoco estamos pidiendo la luna ni mucho menos, hacen que los tintes de la vida se hagan un poco más suaves y no tan duros como a veces pretende la sociedad que se hagan ¿Qué es superficial? Pues sí, ¿y qué? Al fin y al cabo si no podemos permitirnos de vez en cuando tonterías de este tipo de qué sirve seguir esforzándote por todo lo demás. Hay que darse un capricho de vez en cuando y al igual que otras personas tienen a su equipo favorito de fútbol, o su hobbie, o hacen colección de videojuegos frikis para todas sus consolas, algunas como yo nos conformamos con tener pequeños accesorios que hagan que nos sintamos más “chic” y más a gusto con nosotras mismas cuando salimos a la calle.
Lo que está claro es que aquel que diga que no tiene caprichos miente o, por no ser tan drástica, diré que yo no me trago ni una sola palabra de lo que dice. Nuestra sociedad es capitalista y consumista, caprichosa y mil adjetivos más y nosotros somos exactamente igual que esa sociedad, un espejo, una pequeña réplica, y a estas alturas dudo mucho que podamos cambiarlo porque es nuestra naturaleza actual, nuestra naturaleza en el X.XXI.